La captura de las ballenas por marineros o pescadores (arrantzales) vascos era en el siglo XV una fuente importante de ingresos económicos; siendo los vascos uno de los pioneros en ver el potencial de este negocio. Que se fue ampliando a lo largo de los siglos XVI y XVII.
En su inicio, la pesca era fundamentalmente de bajura (pesca
realizada cerca de la costa y con pequeñas embarcaciones), en los 3 territorios
que dan a la mar : Bizkaia, Gipuzkoa y Lapurdi y en Castro Urdiales (ya que
pertenecía a Bizkaia en la Edad Media entre los años 1.394 a 1.471, al
participar la villa en la Hermandad o Señorío de Vizcaya, año en el que terminó
esta relación en el marco de las luchas de banderizos) y consistía en la pesca de besugo, congrio,
sardina, merluza, chicharro, …
Diferentes poblaciones de la costa vasca tienen en su
heráldica la representación de una ballena, como son en Bizkaia: Bermeo,
Lekeitio y Ondárroa, en Gipuzkoa: Mutriku, Getaria, Zarautz, Donostia y
Hondarribia, en Lapurdi: Hendaia, Getaria y Biarritz y en Cantabria: Castro
Urdiales.
El aprovechamiento de los cetáceos varados en la costa del
litoral vasco, ha sido el inicio de la relación con la posterior caza de las
mismas. Dicho inicio de las capturas en el mar es ignoto.
El primer dato sobre la caza de ballenas por los pescadores
vascos data del año 670, cuando un cargamento de 10 toneladas de aceite de
ballena (saín) fue enviado desde Baiona al Monasterio de Jumieges a orillas del
río Sena (en Normandía).
Se especula con la idea de que la técnica de construcción
naval utilizada por los balleneros vascos era cantábrica (localista). Y que su
estructura es la de los vikingos, aunque se diferenciaba claramente de la
empleada por los pescadores vascos. No hay restos arqueológicos que lo
atestigüen. Pero esta idea está sustentada por ser los vikingos los que
introdujeron las diferentes técnicas de la construcción naval que los
balleneros vascos aprendieron y las tomaron como propias.
La caza de la ballena de los vascos en el litoral del golfo
de Bizkaia se extendió a partir de los siglos XII al XIV al resto del mar
cantábrico. Aunque hay que mencionar que en el año 1.334, el declive de la caza
de la ballena en el golfo de Bizkaia era tan evidente, que incluso el rey
Alfonso XI de Castilla prohibió provisionalmente su caza (aplicando una especie
de moratoria). Con el objeto de aumentar su número. Lo cual avocó a buscar
otras latitudes en su búsqueda y caza.
La presencia de las ballenas en la costa cantábrica se
corresponde con la época de partos (ballenatos) y su posterior crianza; ya que
la mayor cantidad de ballenatos son capturados en el primer trimestre del año.
Por lo que es de suponer, que los partos tuvieran lugar en la zona del Golfo de
Bizkaia y que no fuese solamente una zona de paso hacia latitudes más
meridionales.
Las expediciones pesqueras de altura adquirieron
regularidad, motivado por la estrechez de la plataforma continental del
cantábrico. Además, la pesca en su mayor parte era pelágica (pesca de animales
vertebrados que habitan en aguas medias o cerca de la superficie, como son
jureles, sardinas, anchoas, caballas, atunes, …).
Ya en el siglo XIV, se documenta la presencia de pescadores vascos
en aguas de Irlanda (en lo que se conoce hoy día como GRAN SOL) habiendo pesca
de altura (pesca alejada de la costa), sobre todo de anchoa, bacalao y atún. Y
así mismo, entre los meses de octubre a marzo, se acercaban a las costas vascas
las ballenas, que eran conocidas como las ballenas de los vascos o ballena
franca (Eubalaena Glacialis o Septentrional; que era una de las tres especies
de las ballenas francas, junto con la ballena Austral y la ballena Japónica) de
unas 60 toneladas (con un margen entre 36 a 72) y de unos 15 metros (aunque algunas
llegaban a los 18 metros); que era muy apreciada por su grasa. Se
caracterizaban por tener una serie de callosidades en la cabeza.
Esta ballena franca (se la llamaba así por lo fácil que era
para ser cazada) debido a su naturaleza dócil, de comportamiento lento en
superficie, la alimentación, su tendencia a mantenerse cerca de la costa y con
su gran contenido de grasa (puede suponer hasta el 36-45% del peso total) les
hacen ser presas fáciles para los pescadores intrépidos; motivado porque al
morir las ballenas, a diferencia de otras especies marinas, no se hundían
quedando a flote. Y que de vez en cuando aparecían ballenas varadas en las
playas; lo que hizo que conocieran y aprovecharán las diferentes partes que el
cetáceo aportaba (como la grasa, las barbas, los huesos, …).
La zona de la costa vasca húmeda y no apta para el cultivo
de cereales (situación que si se daba en el interior del territorio vasco),
hará que sus hombres tuvieran que buscar sus fuentes de alimentación en otro
lugar que no fuera la tierra. La imposibilidad de dedicación a la agricultura o
ganadería, debido al reparto de bienes impulsado por el derecho privado, motivo
que muchas gentes se dedicasen a los negocios de la mar (marineros, mano de
obra en astilleros, …).
Ya en el siglo XV las ballenas se alejaron de las costas
vascas, debido a la masiva explotación que redujo el número de especies en el
golfo de Bizkaia, (que pudiera deberse a la captura de las crías de la ballena
franca -ballenatos- primeramente al ser una presa fácil y posteriormente de la
madre al acudir en su ayuda) lo que obligó a desplazamientos más alejados para
su captura en los nuevos caladeros de Bretaña, Irlanda, Islandia, las islas Spitzberg
y finalmente del nuevo mundo (Terranova y en la península de Labrador en Canadá).
Instalando factorías para el secado del bacalao y
aprovechamiento de la grasa de la ballena llamada saín (que es el aceite
extraído de la grasa de algunos peces y cetáceos). El saín (es un aceite de
ballena; aunque químicamente es una cera líquida y no un aceite) se usaba sobre
todo como combustible para las lámparas, debido a que no producía humo ni mal
olor; aunque tenía otras utilidades como fabricar jabones, emplastos (sustancia
pegajosa y espesa que se extiende sobre un trozo de tela y se aplica con fines
terapéuticos en la zona del cuerpo enferma), impermeabilizar prendas, … Las barbas se usaban como muelles (ya que son
muy flexibles y resistentes), abanicos, corsetería (de ahí viene el nombre de
ballenas de los corsés), paraguas (para sus varillas), relojes, … De los huesos
se usaban para obtener cal, para fabricar material de construcción, para
fabricar muebles, … De la lengua se
salaba para que aguantase más tiempo para poder comerla. La piel se usaba para
hacer: cordones, zapatos, bolsos, sillas, … La carne de ballena no era muy
consumida en Europa, excepto en épocas de hambrunas, guerras, …; la mayoría de
las veces se usaba como pienso para animales.
La comunicación con los nativos por parte de los marineros
vascos en Islandia y posteriormente en América del Norte (con tribus como los
mimac, montagnais -derivado del francés que significa montañés- y posiblemente
los inuits), fue mediante de un lenguaje mixto, que se conoce como pidgin o
criolla (es una lengua simplificada, creada y usada por individuos de
comunidades que no tienen una lengua en común). Dando lugar a el vasco-islandés
en Islandia y el algonquino-vasco en Terranova y Labrador. Así mismo, en dicha relación
con los nativos americanos debió de dar matrimonios mixtos.
Además, toda la geografía de la costa del Noroeste de
Terranova está bautizada con nombres vascos.
La construcción naval en el medievo ha sido poco o
insuficientemente estudiada. Sobre todo, por falta de documentación.
Se desplazaban en unas pequeñas embarcaciones que se usaban
en la pesca de bajura y en el transporte de cabotaje, llamadas: pinaza,
ballenera, chalupa, batel, … Eran
embarcaciones a remos.
Las grandes embarcaciones de transporte de altura eran naos.
En las que se desechan los remos, tras observar las grandes ventajas de las
velas. Se empezaron a construir naos que usaban el viento como medio de
propulsión. Lo cual, llevó aparejado la introducción del timón de codaste (es
una pieza móvil vertical plana ubicada en el extremo de la quilla en la popa) y
desechando el de espadilla (es una especie de remo grande ubicado en uno de los
dos costados de la nao). Al navegar con naos con timón de codaste permitió
aumentar el tamaño de las naves al hacerlas más navegables.
La gran mayoría de los barcos en la península Ibérica
tuvieron su construcción en los astilleros de la costa cantábrica (entre
Santander y Hondarribia en especial), o que fuesen construidos por carpinteros de
ribera vascos.
El origen de la
industria naval vasca es un tanto incierto.
Se especula con varias influencias:
1)
Influencia vikinga/normanda. Ya que pudieron
permanecer en Lapurdi entre los años 844 al 1.023. Quizás fuese por contactos
comerciales y sociales
2)
Influencia de Inglaterra (como condado de
Gascuña-Aquitania) al estar bajo su administración entre los años 1.155 al
1.450 en Lapurdi.
3)
Influencia de los países mediterráneos.
Estudios realizados en Gran Bretaña, demuestran que ya en
los siglos XIV y XV el 90% del tráfico comercial entre las islas británicas y
la península Ibérica era de origen vasco.
El soplo de las ballenas al emerger para respirar, era visto
por vigías ubicados en torres de piedra en lugares elevados y con vistas al
puerto para avisar a los pescadores de la presencia de una ballena. Avisando de
diferentes formas de dicha presencia. Partiendo posteriormente del puerto
chalupas a remo para la caza de la ballena. Este era el sistema de caza cuando
eran avistadas frente a las costas vascas.
En la pesca de altura al navegar grandes distancias y
durante muchos días, llevaban cantidad de barricas de sidra en las bodegas de
los barcos, entre otro tipo de alimentación. De esta forma, a sabiendas o no,
combatieron uno de los mayores peligros en sus travesías: el escorbuto
(provocado por la carencia de la vitamina C; ácido ascórbico). Los síntomas
sólo se desarrollan tras meses de depleción de la misma, aunque antes puede
desarrollar laxitud, debilidad, irritabilidad, adelgazamiento, mialgias,
artralgias, … Posteriormente se desarrollan síntomas de hiperqueratosis, pelo
rizado, hemorragias, encías friables y sangrantes, dientes que avulsionan
(quedándose edéntulos), heridas que cicatrizan mal, …
Se ha argumentado en favor de un posible desembarco
precolombino de los vascos en Terranova, pero NO hay ninguna evidencia
científica o arqueológica que lo avale. Los primeros documentos que hacen
referencia a la presencia vasca en Terranova son del año 1.517 (para la pesca
de bacalao) y del año 1.530 (para la pesca de la ballena). Hay que destacar que
la pesca del bacalao fue más importante que la caza de la ballena.
Sin embargo, hay argumentos TEÓRICOS a favor de la presencia
vasca en la América precolombina, como son:
a)
En el siglo XIV los barcos vascos descargaban
enormes cantidades de bacalao y de productos de la ballena. Sospechando los
marinos competidores que los caladeros que hasta aquel entonces se conocían, no
daban tal volumen de capturas. Y se supone que los caladeros de Terranova lo
proporcionaban. Y hay que sospechar, por lo tanto, que la información con la
ubicación de tales caladeros la mantuviesen en secreto para evitar la
competencia.
b)
Se sabe de la presencia de marineros vascos en
las islas Feroe en el año 875. Especulándose que hasta el descubrimiento en
1.492 de América no se aventurasen en ese periodo de varios siglos el acercarse
a América del Norte, en busca de los caladeros que les surtían abundantemente. Ya
que tenían los MEDIOS, CONOCIMIENTOS, MOTIVOS, …y cada vez se iban aventurando
más y más lejos para la captura de ballenas y del bacalao que escaseaban en las
zonas tradicionales.
c)
El hecho de que, en el año 1.412, archivos de
Islandia registrasen que 20 barcos balleneros ¿vascos o ingleses? pasaron
frente a su costa más occidental. Y que Islandia se encuentra a 700 km de
Groenlandia y esta a su vez a 1800 de Terranova. Es plausible qué habiendo
llegado a estas latitudes en la captura de ballenas, en alguna de las
persecuciones de las mismas llegasen a las costas de Norte América.
d)
Es posible que al llegar a la ISLA de Terranova
(Canadá), pensasen los balleneros vascos que era una isla más en sus
singladuras y NO parte de Norte América.
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