No se sabe con precisión que gentes ocupaban la actual zona de La Rioja antes de la llegada de los berones (solar principal de su ubicación). Hay pocos hallazgos arqueológicos durante los períodos Paleolítico (significa piedra antigua) y Neolítico (significa piedra nueva). Pero durante los siguientes períodos: Eneolítico (Edad del Cobre) y Edad del Bronce ya se constatan, por los yacimientos descubiertos, que está aumentando la población en los márgenes del río Ebro y sus afluentes, debido a su gran fertilidad. Estas gentes fueron la base sobre la que se asentaron posteriormente los nuevos invasores celtas venidos de Centro-Europa (en sucesivas oleadas); a los grupos celta-indoeuropeos (pertenecen a un pueblo procedente de Asia, que se extendió desde la India hasta Europa a finales del periodo Neolítico y que comparten además unos rasgos lingüísticos comunes) se agregaron grupos celtas-germanos, sefes (pueblo ubicado en el actual Portugal y Galicia) y celtas-belgas ya en la Edad del Bronce y en la Edad del Hierro. Notándose que en la Edad del Hierro ya se introducen elementos ibéricos. Esta amalgama o unión de pueblos, influencias, … es la base de la tribu o pueblo de los berones.
El pueblo berón
tuvo posiblemente una economía fructífera, al basarse en la agricultura y en la
ganadería, teniendo el río Ebro como una vía navegable hasta la ciudad de Varea
(hasta el siglo XI d.C. ha sido navegable desde su desembocadura en Tortosa
hasta Varea). Además, se sumaron otras actividades como la metalúrgica y la
alfarera.
Los Berones
fueron los primeros pobladores conocidos en la actual La Rioja.
La tribu de los
berones, son probablemente celtiberos (es un término en el sentido amplio de la
palabra, que fue usado por los autores greco-latinos para denominar a todos los
pueblos y tribus del interior de la Península Ibérica) y con ascendencia
ibero-vascona, ya habían recibido la cultura celta cuando reciben la nueva
influencia de Roma en siglos posteriores.
Los berones
están ubicados en parte de las actuales Araba, Burgos, Nafarroa y La Rioja.
Entre la Sierra de Cantabria al Norte y el río Cidacos al sur en el valle
medio-alto del río Ebro.
Tiene como
principal ciudad “Vareia” (Varea, situada cerca de la actual ciudad de
Logroño), en la desembocadura del río Iregua en el Ebro por su margen derecha. Aunque
correspondería a lo que es actualmente el barrio de Varea en la ciudad de
Logroño. Viéndose qué sus yacimientos son de un origen netamente Romano; NO
existiendo vestigios de una época anterior. Sin embargo, se ha visto que Vareia,
(poblado berón) se encontraría en el yacimiento de La Custodia (Viana;
Nafarroa), que fue destruida por un incendio según se ha constatado en sus
restos arqueológicos.
Otros poblados o
ciudades importantes de los berones son:
1) Tritium Megalum (actual Tricio).
2) Briones (deriva de la palabra celta Brigo, que significa ciudad).
3) Bilibium (actual Conchas de Haro).
4) Oliba o Libia (actual Herramélluri).
Desaparecen como
pueblo en las fuentes clásicas en el año 72 a.C., tras finalizar las guerras
Sertorianas (acaecidas entre los años 82 a.C. al 72 a.C.), contra Cneo Pompeyo
principalmente (político y general romano que quedo encumbrado con estas
guerras en Hispania), si bien debido a una romanización tardía algunas
poblaciones siguen manteniendo su cultura.
Respecto del
idioma que hablaban, las referencias de los autores romanos son muy vagas. Así Estrabón
nos dejó este escrito: “a los cuales dejamos por inconsonancia de los nombres,
porque no se pueden explicar”. Para los romanos, los idiomas de los celtas (en
este caso los berones) eran incomprensibles. Aunque hay que sospechar que
habría zonas bilingües con sus vecinos (Iberos al este y Euskaros al norte).
Tenían una
religión poco desarrollada, con culto a los númenes (divinidad de la mitología
clásica que protegía lugares) y divinidades de tipo naturalista: a los altos
montes, a los árboles, a los manantiales, …. Aunque posiblemente era más
adecuado pensar que, por ejemplo, el culto a los montes era más bien a la
divinidad que “moraba” en aquellos montes.
Un hecho
destacado es el que fueran las ciudades y no la etnia berona, las que se
consideraban autónomas políticamente (como por ejemplo acuñar monedas); eran una
especie de “ciudades-estado”.
Probablemente,
la existencia en algunos casos de una élite de guerreros (entre mediados y
finales de la Edad de Hierro), destacando los guerreros de caballería, viene
respaldada por los restos arqueológicos encontrados donde se ven jinetes en
monedas, fíbulas (son piezas metálicas utilizadas para unir o sujetar alguna de
las prendas que componen el vestido), estelas y demás objetos de adorno.
También hay que destacar en las tumbas, la presencia de elementos bélicos
relacionados con el caballo.
La medicina
antigua está basada en la aplicación de remedios basados en la botánica. Es
posible que la medicina de “cabecera” fuera incumbencia de la familia. Y en los
casos más extremos, se acudía a los sanadores o sacerdotes (en el ámbito del
ritual y de la creencia).
La medicina
distinguía entre estados ordinarios de salud, como son la tos, astenia,
enfriamientos, … y enfermedades causadas por espíritus o fuerzas maléficas,
donde ya se precisaba de los servicios de un sanador (chamán o hechicero).
Había un sistema
de salud basado en una combinación de creencias religiosas y mágicas y en
prácticas empíricas (actuaciones sin ninguna justificación racional).
Los dioses, los
espíritus y la magia son los principales motivos de enfermar, por lo que el
diagnóstico consiste en determinar quién es la persona o el espíritu de la cual
proviene el castigo (enfermedad). El chamán entonces intenta averiguar del
enfermo, si ha violado algún tabú o si ha dañado a otra persona; entonces el
chamán consulta a los dioses del cielo (bajo un estado de trance), para
averiguar cuál es el espíritu o persona causante del mal. Además, los chamanes
se ayudan para sus “diagnósticos” de otros métodos, como son: echar la taba,
consultar las vísceras de animales muertos, observar el movimiento de las
burbujas al mencionar los nombres de las personas sospechosas de su mal, ver cómo
reaccionan algunos animales al ingerir venenos, …
Incluso llegaron
a realizar trepanaciones craneales.
Se considera un
honor morir en el combate y un crimen quemar el cadáver del guerrero. Creen que
su alma, se remonta a los dioses del cielo al ser devorado su cadáver por los
buitres (lo consideran un animal sagrado). A los que mueren de enfermedad los
queman en el fuego.
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