La presencia del Imperio Romano en Euskal Herria se constata desde el siglo II a. de C. hasta el siglo V d. de C. En concreto en el año 196 a. de C. llegaron los romanos avanzando por el valle del río Ebro. Y su presencia duro hasta el año 476 d. de C. tras la caída del Imperio de Roma por las invasiones bárbaras. Los escritores clásicos romanos nos presentan una sociedad de Euskal Herria dividida en tribus y que se encuentran ubicadas en un territorio mucho más extenso que el actual. El Imperio Romano promovió la vida ciudadana, conviviendo con las tribus autóctonas (autrigones, caristios, várdulos, berones, aquitanos y vascones), para facilitar su administración y proveerse de las materias primas que Roma precisaba, tales como vino, cereales, aceite, minerales, …, así como de esclavos y de soldadesca para sus legiones (reclutando “tropas auxiliares” en las nuevas provincias conquistadas). Los pueblos que habitaban Euskal Herria NO llegaron a inquietar a los generales ni a las
Médico de profesión y amante de la historia