El himen es una membrana delgada de tejido incompleto que rodea parcialmente la apertura vaginal externa.
Etimológicamente la palabra himen proviene del griego y su
significado es membrana.
Puede provocar frecuentemente acumulación de la sangre en el
periodo menstrual si el himen cubre por completo el canal vaginal. Ocasionando
lo que se denomina Hematocolpos. Siendo el tratamiento de elección una
himenectomia para drenaje del contenido hemático.
NO presenta una función biológica conocida; aunque quizás
tenga una función en algunos mamíferos como barrera para impedir el paso de
bacterias al interior de la vagina. Pero su interés cultural, clínico y
jurídico ha sido muy importante a lo largo de la historia.
Las hembras de muchas especies de mamíferos presentan himen,
tales como: bóvidos, elefantes, equinos, focas, hienas, chimpancés, ratas, …
Puede tener diferentes formas e incluso algunas mujeres
nacen sin él; existen casos de mujeres embarazadas que conservan su himen
intacto. Estas diferentes formas, que son variantes de la normalidad, son a
saber: * anular, * semilunar, * imperforado, * microperforado, * tabicado, * redundante,
* con una especie de fimbrias, * con montículos, * con un borde del himen
blando, …
Ha estado históricamente envuelto en misterio y secretismo. Ya que se la ha considerado garante de la virginidad y de la pureza en algunas culturas (teniendo gran trascendencia en la cultura gitana y en la árabe y en el mundo musulmán por extensión). Ya que giran en torno al honor, a la religión, a la familia, a la cerrazón mental, a la cultura ancestral, al tribalismo, …
Según la O.M.S., actualmente existen por lo menos 20 países
en los que se siguen solicitando “pruebas de virginidad”, como requisito para
poder casarse, obtener un empleo o para comprobar que han sido violadas. Por lo
que el uso se estas prácticas se considera un acto de violencia y de violación de
los derechos humanos de las mujeres y de las niñas. La O.M.S. hace un
llamamiento a erradicarlas y prohibirlas.
INCISO: las pruebas de virginidad, están
asociadas con las relaciones sexuales coitales.
La virginidad NO es un concepto
médico, NI científico, sino más bien una condición social creada alrededor del
himen.
Es una forma en la que muchas
instituciones y personas controlan la vida sexual femenina a través del miedo y
del señalamiento social.
A lo largo de la historia el himen “intacto” se ha asociado
como símbolo de virginidad. Sin embargo, el himen se puede ir haciendo más
amplio o rasgarse con algunas actividades, como son ir en bici, ir a caballo,
por un examen médico genital, realizar gimnasia, introducir un tampón, … o
incluso con la masturbación. Aunque debido a ser muy elástico surgen muchas dudas
de su rotura o rasgado por estas actividades.
Es habitual que el himen se rompa al mantener la primera
relación sexual; aunque NO siempre ocurre así.
Curiosamente el término himen es un nombre masculino para
una estructura femenina.
Al hacer un peritaje médico-legal, el estado del himen NO
resulta ser certero para afirmar la existencia de una penetración peneana total
o parcial, en una posible denuncia por violación/violencia sexual. Ya que hay
hímenes “complacientes”, con la característica de ser muy elásticos y presentar
orificios muy amplios, lo que hace que se distiendan durante la penetración, NO
quedando lesiones atribuibles y fiables a este acto.
La Virgen María da a luz al niño Jesús, y con él a todas las
creencias cristianas de la purificación y de la castidad. Asociando el mundo
cristiano el sexo con el pecado, contrario a la abstinencia y al celibato (soltería
en persona que ha hecho voto de castidad) como los ideales de la vida sexual de
la mujer cristiana.
No fue hasta el siglo XVI cuando se estableció por vez
primera la relación entre la idea de la virginidad y una parte específica del
cuerpo femenino (el himen); aunque bajo ninguna circunstancia los galenos de la
época podían tocar la vagina por considerarlo un acto impuro e irrespetuoso.
Aunque en muchas culturas a lo largo de la historia ya lo relacionaban.
Se puede decir que el “mito del himen roto” persiste a pesar
de no tener ninguna base científica. Y fue creado para controlar la libertad y
la sexualidad de las mujeres.
El himen imperforado se manifiesta clínicamente por dolor
abdominal cíclico, retención urinaria y estreñimiento. El diagnóstico debería
ser mediante la exploración física genital, pero a veces, si se tornase
dificultoso, la ecografía genital y la R.M.N. son muy útiles para confirmar el
diagnóstico.
La himenoplastia es un procedimiento quirúrgico “estético”,
que se realiza para reconstruir o restaurar el himen como una especie de “aval
de la virginidad femenina”.
En algunos países del Oriente Medio, de África y de Asia,
muchas mujeres (se podría decir casi niñas adolescentes) son sometidas a
pruebas de virginidad; consistentes en introducir dos dedos en la vagina (ya
sea por un médico o por una persona decana de la comunidad) y determinar si ha
tenido penetración en función de la tersura de las paredes vaginales y del
himen intacto. Si ha habido penetración y presenta el himen NO intacto, a la
mujer le espera la marginación social y familiar. E incluso en ciertos países
se da “carta blanca” para violarla o asesinarla (con lapidación incluso como es
el caso de Afganistán) como “METODO” de reparación del honor de la familia.
INCISO: Una de las técnicas más
usadas en la Edad Media para fingir la virginidad era introducirse sanguijuelas
en la vagina. En el interior de la vagina mordía y provocaba una hemorragia o
una costra, que se abría en el momento del acto sexual con la penetración del
pene. La sangre que brotaba le aseguraba al marido que su mujer era virgen.
Con lo que el marido se aseguraba
que el hijo/a nacido del matrimonio fuera un heredero legitimo tras acostarse
con su mujer virgen.
En el mundo de los gitanos antes de contraer matrimonio, la
novia tiene que pasar por una tradición muy arraigada: la prueba del pañuelo (la
llamada de las tres rosas) para conocer si era virgen. Lo era si había manchas
de sangre tras el desfloramiento o desvirgamiento (que es perder la
virginidad). Con lo que se consideraba que iba PURA al matrimonio.
HARRANTZ.
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