Según las crónicas árabes los Vikingos llegaron a Navarra
donde saquearon Pamplona (un año antes ya realizaron esta misma incursión) y
secuestraron a su rey García Iñiguez I en el año 859; donde les hizo frente,
pero fue derrotado. En este enfrentamiento no fue ayudado por su aliado (en su
lucha contra los francos) Musá ibn Musá (apodado el “tercer rey de España”; fue
uno de los personajes más destacados de la familia de Banu Qasi), y dolido o
molesto cambio de alianzas y por ello se casó con la hija de Ordoño I Rey de
Asturias, Leodegundia. Formándose una alianza entre el reino de Navarra y el
reino Astur contra los Banu Qasi (eran los “señores” de la Ribera del Ebro;
eran miembros de una familia de la nobleza hispano-visigoda que, convertida al
islam, mantuvo y aun extendió su ascendiente social e influencia política en
tierras del valle del Ebro Central durante dos siglos). Junto a los nuevos
aliados y con deseos de expandirse a costa de sus antiguos aliados andalusíes,
ataca la fortaleza de Albelda (de Iregua en la actual La Rioja) y derrota a
Banu Qasi (año 859).
Lo cual conlleva a Muhammad I (emir omeya de al-Ándalus:
852-886), a saber, que tiene un nuevo enemigo. Y en el año siguiente (860)
realiza una ofensiva contra Pamplona arrasándolo todo. Y siendo derrotado le
obligan a pagar tributos a Córdoba, dejando “en prenda” (rehén) a su hijo
Fortún Garcés durante 20 años en Córdoba. El rey García Iñiguez tras su
fallecimiento ¿? deja la regencia del trono a García Jiménez (de la dinastía
Jimena), ya que su hijo Fortún Garcés permanecía en Córdoba.
Se pidió para la liberación del rey García Iñiguez I un
rescate. Según Al Nowairi e Ibn Jaldún pagaron los navarros 70.000 dinares de
oro (que algunos autores modernos lo tasan en 300 kgr). Se vio obligado a dejar
a sus hijos como rehenes, al no tener el dinero del rescate exigido en un
primer momento. García Iñiguez I recurrió a la corte de Oviedo en demanda del
dinero que necesitaba para completar el pago del rescate. Cuando fue
secuestrado el rey García Iñiguez I, no se sabe durante cuánto tiempo ni quién
ejerció sus veces (si la familia Jimena o los hijos del rey: Fortún y Sancho),
tuvo que soportar las penalidades de estar preso. Tras su liberación estuvo
agobiado al tener que pagar el enorme rescate exigido.
La opinión clásica es que la expedición vikinga de Björn
costilla de hierro (hijo de Ragnar Lothbrok) y de Hastein, que se encontraba en
el mar Mediterráneo remonto el río Ebro, luego por su afluente el río Aragón y
posteriormente por el río Arga hasta Pamplona y capturo al rey navarro; lo cual
es bastante osado al ser el trayecto mucho más largo y complicado al pasar por
ciudades como Tortosa, Zaragoza y Tudela, de territorio Banu Qasi, no habiendo
ninguna notificación de haber sido avistados; lo cual hace sospechar de cierto
grado de connivencia. Aunque las revisiones modernas, indican que la opción más
coherente sería acceder a Pamplona desde la costa vasca (mucho más cercana), ya
sea remontando el río Bidasoa o desde la ría de Mundaka (Bizkaia). Siendo en
este caso, según algunos autores, atribuida la acción a las dinastías vikingas
de Dublín (Irlanda); lo cual significa que el responsable habría sido Ivar el
Deshuesado (llamado así por una discapacidad que posiblemente era la
osteogénesis imperfecta).
Los historiadores árabes occidentales de la Península
Ibérica y del Magreb llamaban a los Vikingos con el vocablo de madjus, y por el
contrario los historiadores del Islam Oriental utilizaban el término de rus.
Los árabes de España usaban el término de magus (infieles), aunque traducido
literalmente significa magos. Hacia el final de la era vikinga, los griegos los
llamaban Varegos.
Usaban en sus incursiones una embarcación llamada drakkar
(palabra nórdica que designaba al dragón que se tallaba en la proa de la nave):
eran largas, estrechas, livianas (incluso con la posibilidad de transportarla
por tierra) y de poco calado (lo que hacía que pudiera navegar por aguas de tan
solo un metro de profundidad). Usaban los remos a lo largo de toda la borda y
una vela rectangular como de medio de propulsión.
Harrantz.
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