La palabra endogamia, proviene del griego, que vendría a significar literalmente “dentro casamiento”.
Es el cruce biológico con descendencia que se da entre
individuos de una misma familia, linaje o grupo (religioso, étnico o
geográfico). También se podría extrapolar al que se da entre individuos de una
misma raza, comunidad o población aislada genéticamente.
Lo que llevaría a la consanguinidad (es la relación de
sangre entre dos personas que descienden de los mismos antepasados),
ocasionando la disminución de la eficacia biológica por la pérdida de
variabilidad genética. Las poblaciones endogámicas tienen más probabilidades de
padecer algún tipo de enfermedad. Las enfermedades se provocarían por
mutaciones genéticas puntuales, como son en el caso de la fibrosis quística,
hemofilia, enfermedad de Huntington, albinismo, ….
Todos somos portadores de muchas mutaciones recesivas, que
solamente causan enfermedad o se manifiestan, cuando el gen mutado heredado de
la madre y del padre están mutados. Pero que en la consanguinidad se incrementa
mucho la probabilidad de tener hijos con enfermedades genéticas hereditarias
(como pueden ser muchas de las enfermedades llamadas raras).
La endogamia provoca enfermedades congénitas de nacimiento.
La probabilidad de contraer los desórdenes que ocasionan estas enfermedades
aumenta, cuanto más relacionados sean los padres biológicos. Esto se da porque
tales uniones tienen un 25% de probabilidad de producir cigotos (célula
resultante de la unión del gameto masculino y del gameto femenino) homocigóticos,
dando en la descendencia dos alelos (es cada una de las maneras en que puede
manifestarse un carácter o un gen) recesivos, que pueden producir desórdenes
cuando estos alelos son deletéreos (letales). Debido a que la mayoría de los
alelos recesivos son raros en las poblaciones, es muy poco probable que una
pareja NO relacionada, sean portadores del mismo alelo deletéreo. Aun así, ya
que los parientes cercanos comparten una fracción grande de sus alelos, la
probabilidad que cualquier alelo deletéreo sea heredada del ancestro común a
ambos padres aumenta dramáticamente. También hay que destacar que, en términos
de probabilidad, por cada individuo homocigótico recesivo generado, hay una
misma probabilidad de producir un individuo homocigótico dominante,
completamente libre del alelo deletéreo.
Un ejemplo muy evidente se da en las familias de la realeza
y en concreto en la dinastía de los Habsburgo en España; siendo el último
representante de dicha dinastía el rey Carlos II (El Hechizado), que
posiblemente sufría varias enfermedades genéticas graves. Se ha sugerido que el
rey Carlos II padecía raquitismo, epilepsia, acidosis renal tubular, déficit de
hormonas pituitarias y quizás la más representativa fue el síndrome de
Klinefelter (que probablemente fue la causa de su infertilidad, lo que motivo
la desaparición de la dinastía de los Habsburgo en España).
Desde el año 1.516 al año 1.700 que duro el reinado de la
familia Habsburgo en España hubo 34 nacimientos; de los cuales 10 (29,4%)
murieron en el primer año de vida y 17 (50%) murieron antes de los 10 años de
vida. Esta mortalidad es mucho más alta que la observada en otras familias de
la época que era del 20%. Un lema de la propia familia decía: “Deja a los otros
la guerra, tú, feliz Austria, cásate”.
Incluso, la actual dinastía real de los Borbones, comparten consanguinidad, ya que los Reyes Juan Carlos I y Sofía (eméritos) son primos en tercer grado.
Asimismo, otros linajes reales se extinguieron a causa de la
elevada consanguinidad, como es el caso de Tutankamón, que era hijo de un
incesto entre hermanos y que a su vez se casó con su hermanastra por parte de
padre. Dentro del islam, los matrimonios consanguíneos (entre primos) es una
práctica habitual.
En estas familias reales la consanguinidad durante
generaciones era su estrategia para aumentar y mantener su poder.
Hay poblaciones muy endogámicas, al tener muchos matrimonios
consanguíneos, lo que provoca que el porcentaje de algunas enfermedades
minoritarias o raras, sea mayor en estas poblaciones. Como es el caso de
poblaciones que viven en islas muy alejadas del tráfico marítimo, poblaciones
de montaña o de interior muy aisladas; ejemplos serían los inuits (o
esquimales), las islas de Islandia, de Cerdeña, de Azores, ….
Es lo que comúnmente se llama “relación de sangre”, que
tiene diferentes grados. Cuanto más cercano está el tronco común, el grado es
mayor. Cuanto más se aleja la relación del tronco común, menor es el grado de
consanguinidad, y por lo tanto menor el porcentaje de carga genética que se
comparte con personas de la familia (entre abuelos-nietos: el 25%; entre
tíos-sobrinos: el 12,5%; …).
En el porqué, se produce este fenómeno, tenemos que
distinguir varias formas de herencia de las enfermedades genéticas. Y son:
1) Enfermedades monogénicas de herencia dominante. Se producen por la mutación (error) en un solo gen y las heredan el 50% de los hijos de las personas enfermas. Se da cuando uno de los padres es el enfermo y provoca que la mitad de los hijos la hereden. Pueden aparecer estas enfermedades en la familia como “nuevas”, es decir sin que ninguno de los progenitores la tenga para que la sufra un hijo. Estas enfermedades no tienen un aumento importante en las parejas consanguíneas.
2) Enfermedades monogénicas de herencia recesiva. En este caso ambos progenitores son “portadores”, es decir que ambos tienen una mutación de un gen concreto que provoca la enfermedad, pero ellos no la sufren. Estas enfermedades tienen un aumento importante en los descendientes de parejas consanguíneas.
Si en una familia se da esta mutación, es muy probable que los hijos de personas emparentadas la hereden; entendiendo que entre dos personas no emparentadas es más difícil que compartan mutaciones que provocan una enfermedad concreta.
3) Enfermedades ligadas a cromosomas sexuales (X e Y). Es decir, por mutación en genes que se dan en el cromosoma X o en el cromosoma Y. La incidencia de estas enfermedades en descendientes de parejas consanguíneas no es superior, aunque se ha constatado que hay un aumento de discapacidad intelectual.
4) Enfermedades complejas. Es decir, por alteraciones simultáneas en varios genes y/o condiciones ambientales que pueden incidir en su desarrollo. Aunque hay que seguir investigando, se pueden considerar en la diabetes mellitus, patologías cardiovasculares, asma, patologías psiquiátricas, ….
El primer científico que lo estudio fue el naturalista
inglés Charles Darwin, por medio de estudios de autofecundación con plantas.
Destacando que daban plantas de menor tamaño, que florecían más tarde y que
producían menos semillas. Lo que denomino depresión endogámica, que es la
disminución de la aptitud biológica asociada a la reducción de variabilidad
genética como consecuencia de la endogamia. El mismo Charles Darwin se casó con
su prima carnal Emma Wedgwood, lo que ocasiono una alta mortalidad en la
progenie de Darwin y falta de descendencia de los demás hijos.
HARRANTZ.
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