Desde su llegada en el siglo XV a Euskal Herria (hace casi unos 600 años), el pueblo gitano ha sufrido una constante estigmatización, persecución, apartheid, …, aunque también se ha dado un cierto mestizaje e incluso inserción social. A esta situación se pueden sumar otros colectivos humanos a lo largo de la historia, como son los moros, los judíos, los agotes, los negros, …
Los primeros gitanos llegaron a la Península Ibérica por los
Pirineos, procedentes de Europa Central; que a su vez emigraron del noroeste de
la India.
Siendo Nafarroa el primer lugar donde se constata
documentalmente la presencia del pueblo gitano en Euskal Herria. Siendo en sus
inicios bien recibidos por las altas esferas de la sociedad; pero no es hasta el
siglo XVI cuando cambia esta actitud y ya se dictan leyes en su contra. Sin
embargo, las autoridades locales en el siglo XIX, son más complacientes cuando los
gitanos dejan de ser nómadas y se arraigan.
En las provincias vascas, utilizando sus prerrogativas
forales, se continuo con las políticas represoras y de expulsión de los gitanos
de sus jurisdicciones. Estas políticas se añadían a otras de la Corona de
España.
Tanto en Hegoalde como en Iparralde se les ha denominado históricamente:
ijitoak, asiaganbariak, motzaileak, egyptanos, …. Y en Iparralde se les conoce
como buhameak o bohemiens; en Bizkaia como motxale.
Su lengua en castellano se llama caló que proviene del
romaní y en euskera erromintxela tal y como la denominaron los mismos gitanos
(que es un pidgin vasco-romaní).
Los primeros documentos de la presencia gitana en tierras
vascas, además de en Nafarroa, datan del siglo XV, y en concreto: *1.483:
Lapurdi; *1.484: Vitoria-Gasteiz; y del siglo XVI en: *1.510: Gipuzkoa; *1.517:
Bizkaia.
Al no encajar en el modelo social local, se inició un proceso de marginación popular y termino con un rechazo institucional. Dándose las primeras persecuciones en Lapurdi (1.538), en Nafarroa (1.549), en Bizkaia (1.567) y en Gipuzkoa (1.697). `
Para evitar la prisión, los trabajos forzados, las penas de muerte, … algunos escogieron lugares donde era suficiente alegar ser “oriundo del Reino de Navarra y el ser un labrador decente” para quedarse. Aunque hay que decir que el hecho de ser labrador, no llevaba implicado ser propietario de tierras, bastando con “apañarse” con los oficios aprendidos de sus antepasados.
Hay algunos apellidos que aparecen de forma desigual pero
constante relacionados con el mundo gitano, según registros parroquiales y
documentos procesales, y que siguen en la actualidad, como son: Abadiano,
Altimasveres, Aluda, Berrio, Carriquiri, Echepare, Echeverria, Elizalde,
Jiménez, Larralde, Minaverria, Urrutia, Valdés o Vega. Uniéndose más adelante
otros más, como son: Amaya, Borja, Bustamante, Cortés, Dual, Hernández, Montoya,
…
El gitano vasco es diferente del de otros territorios de
España (Castilla, Andalucía, …). Así el gitano vasco ha sido txistulari o
bertsolari, no identificándose con el flamenco, como se podría pensar a priori.
La cultura gitana en el mundo vasco se absorbió o se
invisibilizó. Habiendo manifestaciones de la herencia cultural gitana en el
mundo vasco, en representaciones de carnavales, de mascaradas o de pastorales,
que están asumidas como algo vasco.
Respecto de la religión hasta fechas recientes, generalmente
no tenían, teniendo una vida material y atea; aunque muchos de ellos estaban
bautizados.
HARRANTZ.
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