Las vacunas han representado y representan a lo largo de la historia uno de los grandes logros de la humanidad en materia de salud pública.
Y lo han logrado tras trasformar de forma radical la lucha
contra las enfermedades infecciosas salvando millones de vidas humanas (esto es
un hecho incontestable). Consiguiendo mantener bajo control a muchas
enfermedades infecciosas gracias a las vacunas, reduciendo su morbimortalidad.
Que se logra con la vacunación: la estimulación del sistema
inmunológico para que sea capaz de reconocer y combatir a los agentes
microbianos SIN causar la enfermedad.
Existe un amplio y abrumador consenso científico de que las
vacunas son generalmente seguras y eficaces.
La vacunación logra la inmunidad de grupo o colectiva (también
denominada de rebaño; término que algunas personas “muy sensibles” lo
consideran ofensivo), lo que confiere protección a las comunidades
poblacionales. Ya que, al haber un número ELEVADO de vacunados entre la
población, la circulación de los patógenos microbianos a combatir se reduce.
La vacunación masiva protege INDIRECTAMENTE a los que no
pueden vacunarse por razones médicas, o a aquellos cuya respuesta inmunitaria
es insuficiente. E incluso a los llamados antivacunas (vaya ironía de la vida).
Los grupos negacionistas antivacunas ven amplificado su mensaje al tener entre ellos a: determinados personajes públicos (carentes de estudios científicos que los avalen; desde cantantes hasta un presidente de una nación muy poderosa), lideres de opinión, personajes de la farándula, redes sociales en internet donde personas vierten sin conocimientos sus ideas antivacunas y políticos de ultraderecha (que abrazan estas ideas en contra de la abrumadora multitud de evidencias médico-científicas y sin aportar estudios).
Por lo general los movimientos antivacunas se originan en
grupos en base a una diversidad de creencias, ya sean: naturistas, vegetarianas,
ecologistas, religiosas, … y últimamente incluso sanitarias.
Curiosamente los movimientos antivacunas es un
comportamiento que se manifiesta en los países ricos. A diferencia de los
países pobres (casi siempre del sur del globo terráqueo) que desearían reducir
sus altas tasas de enfermedades infecciosas.
Algunos argumentos de los antivacunas han ido evolucionando con el tiempo desde el descubrimiento de las vacunas. Mencionando algunos tales como:
- Escrúpulos religiosos al decir que utilizar material procedente de una vaca enferma para producir vacunas era poco cristiano e insalubre.
- Al hacer obligatoria (mediante los calendarios vacunales) la vacunación por parte de los gobiernos de los países se consideraba una intromisión en la libertad de sus vidas.
- El bulo que afirmaba la relación que había entre la vacunación y el autismo, tras ser publicado en una revista médica (The Lancet) y que posteriormente fue desmentido. Tras ser recusado como falso por el comité editorial de la revista.
INCISO: En 1.998
Andrew Wakefield médico gastroenterólogo británico divulgo en la revista médica
The Lancet un estudio que afirmaba demostrar el vínculo entre la vacunación de
niños vacunados con la triple vírica (sarampión, parotiditis y rubeola) y el
autismo.
En 2.010 después de
que varios colegas lo REFUTARAN la revista lo retiró y se retractó de lo
publicado.
Poco a poco, se fue
desvelando el fraude: Wakefield había cobrado de un abogado que reclutaba a
padres de niños autistas para denunciar a las empresas farmacéuticas en una
cruzada que los tribunales de los Estados Unidos desestimaron.
Ambos (Wakefield y
el abogado) engañaron a los padres, fabricaron resultados y ocultaron intereses
económicos en la investigación.
A Wakefield se le
retiró la licencia para ejercer la medicina en Gran Bretaña y emigro a EE.UU.
donde tiene muchos seguidores.
Pese a todo, hay
personas como el presidente actual de los Estados Unidos que siguen manteniendo
esa teoría.
- Quienes piensan que es suficiente con dejar trabajar a la inmunidad natural (dicha inmunidad infantil PROVIENE de la leche materna) sin necesidad de administrar vacunas. Ya que sobrecargan el sistema inmunológico.
- Hay quienes afirman que las vacunas contienen micropartículas de grafeno convirtiéndolas en imanes.
- Otros afirman que son micro-implantes que sirven para controlar a los vacunados por internet.
- Otros afirman que los vacunados son controlados al contener chips de grafeno las vacunas.
- Otros afirman que NO son necesarias las vacunas porque muchas enfermedades ya están controladas.
- Otros afirman que pueden producir reacciones graves o mortales. Aunque NO más que cualquier medicamento. Manifiestan que las vacunas se administran a personas saludables; y la gente está mucho menos dispuesta a tolerar los efectos adversos de las vacunas que los efectos secundarios de otros tratamientos para cualquier otro tipo de enfermedades.
- En la segunda mitad del siglo XX hubo muchas personas que rechazaban las vacunas por temor a que los “esterilizaran”.
- Otros argumentan que la inmunidad por las vacunas es solo temporal y que requiere de nuevas dosis de refuerzo. Mientras que los que sobreviven a la enfermedad infecciosa tienen inmunidad permanente.
- Otros afirman que contienen sustancias tóxicas como el mercurio o el aluminio en su composición.
INCISO: Ninguna vacuna del
calendario vacunal español desde el año 2.001 contiene Tiomersal (es un
derivado mercurial) u otros derivados mercuriales. Esté o no esté financiada
por el sistema público de salud.
Y las cantidades de aluminio ingeridas vía vacunal son mucho más pequeñas que las cantidades ingeridas por cualquier otra fuente, como son los preparados infantiles.
- Las vacunas son un engaño de las empresas farmacéuticas para ganar dinero. Es cierto que ganan dinero. Se estima que el mercado de las vacunas esta valorado en 24.000 millones. Pero, si hablamos de gastos solo entre los años 1.994 a 2.013 las vacunas han ahorrado 295.000 millones en costes sanitarios directos al evitar las enfermedades contra las que actúan.
Los movimientos antivacunas se “basan” en tres principios, a saber:
- La preocupación de vivir “de forma natural”.
- La desconfianza en las instituciones y en las empresas farmacéuticas
- El hecho de que muchas de las enfermedades infecciosas ya NO están presentes en nuestro día a día.
En una encuesta europea sobre el rechazo a las vacunas, los
pediatras consideraban que los motivos más frecuentes del rechazo de la
vacunación por parte de los padres eran:
- + 60%: miedo a los efectos adversos.
- + 48%: demasiadas vacunas para el sistema inmunitario infantil.
- + 48%: preferencia por la medicina alternativa.
- + 31%: consideraban que era mejor pasar la enfermedad.
- + 29%: miedo a desarrollar el autismo.
- + 27%: NO creían en los riesgos de padecer la enfermedad.
Los movimientos antivacunas tienen conceptos equivocados,
miedo a lo desconocido, o bien pertenecen a grupos sociales o religiosos o
simplemente su conducta es una mera desobediencia civil.
La ignorancia es la madre de todas las ignominias a la
inteligencia.
Y la cuestión es: que tendrá que los hace tan “atractivos” a
determinados grupos; a los que se les puede encuadrar como “conspiranoicos” y
amantes de los bulos. En los cuales se pueden incluir los “terraplanistas” y
otros tipos de negacionismos.
Un ejemplo contundente del logro de las vacunas es la
ERRADICACIÓN DE LA VIRUELA en 1.980, tras una campaña global de vacunación
coordinada por la O.M.S.
Se pueden clasificar en tres tipos diferentes de antivacunas, a saber:
- Los que aducen motivos religiosos. Son los más comunes.
- Los sobre-informados. Habitualmente son personas con un nivel educativo alto e incluso universitarios. A veces aducen como argumento de aquellas personas que han fallecido pese a estar vacunadas. Se puede rebatir indicando que tiene más difusión el fallecimiento de una persona vacunada, que la noticia silenciosa de los miles o millones de personas que se salvan de morir e incluso de hospitalización: gracias a que estaban vacunadas.
- Los libertarios. Defienden que NO deberían de ser obligatorias las vacunas.Por cierto, en ESPAÑA NO es obligatoria la vacunación.
HARRANTZ.
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