También llamados los terceros molares (o cordales). Y que aparecen en ambos lados (derecha e izquierda) de las arcadas dentales o maxilares superior e inferior.
Se ubican en la última posición de las arcadas dentales. Su
erupción puede afectar a otras piezas dentales ya erupcionadas y ubicadas correctamente,
empujándolas y aparecer desplazamientos y torsión de estas; con “apiñamientos”
(aunque hay cierta controversia sobre si es cierto o no). Por consiguiente, cuando
su erupción no tenga espacio para salir, es mejor su extracción para evitar
complicaciones.
NO tienen ninguna funcionalidad, a menos que tengan espacio y no desplacen a las otras piezas dentales. Considerándose un vestigio anatómico del ser humano primitivo, cuando su alimentación estaba basada, fundamentalmente, en carne cruda y alimentos muy duros. Ya que en la evolución humana los maxilares se han ido atrofiando, pero no así las piezas dentarias. Ocasionando su erupción una falta de espacio en los maxilares.
Cuando aparecieron los primeros homínidos en el continente
africano, estos presentaban un cráneo pequeño y una mandíbula prominente y muy
desarrollada. Utilizaban todos los molares para la masticación de vegetales y
de carnes crudas.
Con el devenir del tiempo, los homínidos desarrollaron su
cerebro agrandando el cráneo y reduciendo el tamaño de la mandíbula.
Ya en China (300.000 a 400.000 años antes de Cristo) aparecen
los primeros individuos sin muelas del juicio.
En la actualidad casi el 25% de la población mundial nunca
desarrollaran el tercer molar.
Menos del 1% de los nativos en México presentan muelas del
juicio. Y cerca del 99% de los habitantes de la isla de Tasmania (Australia) la
presentan.
Suelen aparecer en el ser humano a la edad de entre los 18 y
25 años; aunque a veces pueden erupcionar más temprano, o más tarde o
simplemente no erupcionar (es lo que se llama agenesia). También en algunas
ocasiones erupcionan las cuatro y en otras solo alguna de ellas.
Esta denominación tan curiosa, se debe a que aparecen en el
ser humano cuando tienen un “juicio más desarrollado”, es decir cuando son ya
adultos.
Cuando se realiza la extracción de la muela del juicio
superior, habrá que extraer la inferior y viceversa. Esto se debe porque si no
la extraemos, seguirá saliendo la pareja NO extraída, pudiendo provocar
lesiones en la encía. Ya que teóricamente el molar superior o inferior al
encontrarse con el molar superior o inferior en el acto masticatorio, y carecer
de una de las piezas dentarias extraída se encontraría con una superficie
blanda (la encía) y muy sensible.
Existen varias situaciones en las cuales se las debe de
extraer, como son:
- Cuando no ha erupcionado o lo ha hecho parcialmente por falta de espacio, ocasionando dolor.
- Cuando provoca infección. Ya que es muy fácil que retenga restos alimentarios y muy difícil su limpieza debido a su ubicación.
- Cuando erupciona parcialmente y tiene encía por encima. Provocando como una bolsa que puede retener restos alimentarios, con riesgo de infección.
- Cuando presenta caries con afectación de la raíz nerviosa. Ya que debido a su ubicación su manipulación para su tratamiento es extremadamente dificultosa.
- Cuando están mal posicionados. Ya que al ubicarse en el ángulo mandibular y no tener espacio, pueden erupcionar en posición horizontal o semi-horizontal.
- Cuando afectan a los molares contiguos.
- Cuando NO hay espacio para erupcionar. Denominándose muelas del juicio incluidas.
Su diagnóstico es por la anamnesis y su confirmación y
ubicación es por medio de radiografía periapical y por una ortopantomografía (es
una radiografía panorámica de toda la dentadura).
NO siempre hay que proceder a la exodoncia (es la cirugía
oral por la que se practica la extracción de un diente o de una porción de este)
de las muelas del juicio. Ya que, si se tratan de piezas sanas, correctamente
ubicadas y no hay desplazamientos de los dientes colindantes, no es necesaria
su extracción. Aunque en ocasiones el dolor que provoca puede irradiarse a la
cabeza y al oído.
En otros idiomas, se denominan:
- - Diente de la sabiduría: en francés.
- - Diente del juicio: en inglés.
- - Muela de la mente: en árabe.
- - Diente de la sabiduría: en chino.
- - Diente del amor: en coreano.
- - Diente desconocido para los padres: en japones (se denominaba así porque dada su aparición tardía se supone que los hijos ya se han emancipado de la casa de sus padres).
- - Diente apretujado: en tailandés.
Uno de los motivos que causarían el nacimiento de la Odontología,
tal y como la conocemos en la actualidad, es a raíz del sufrimiento que padecía
el rey de Francia Luis XIV, que llego a perder casi todas las piezas dentales
de la arcada superior; teniendo que usar dientes postizos. Siendo el cirujano
de la Marina Francesa Pierre Fauchard el primero en escribir un libro sobre
Odontología en 1.728.
HARRANTZ.
Comentarios
Publicar un comentario